El arte como herramienta de sanación logra traspasar nuestros miedos. Consideramos a les asistentes a este taller como sobrevivientes y no como víctimas. Un viaje de Paz Buenaventura nos deja historias de resiliencia, de la cotidianidad, de los lazos que se tejen al sobrepasar eventos traumáticos. Esta es la invitación a emprender un viaje hacia una serie de episodios significativos que, además de recordar un evento pasado, nos guían por diversos recorridos con el fin de entender que el destino no es un final sino una esperanza y una posibilidad de cambio. Es decir, hacer memoria es una manera de reconocer que no estamos condenados a cumplir un destino; que no vivimos una tragedia sino una vida habilitada para no ser igual.